Un hall siempre abierto, sin límites espaciales, un área que recibe a los visitantes con tres árboles escultóricos y a la vez estructurales, que en sus ramas tendrán escritas palabras claves para reflexionar sobre la paz, elegidas con la comunidad, forman parte del proyecto “El Nuevo Umbral de la Amazonia”.
Esta propuesta fue la ganadora del “Concurso de ideas para
el diseño arquitectónico de la Casa Cultural en el Centro Poblado Las Colinas
Jaime Pardo Leal, San José del Guaviare”, convocado por la Universidad Nacional
de Colombia (UNAL) y la Universidad del Valle (UniValle).
El proyecto, presentado por Gustavo Adolfo Barco Isaza, Natalia Caicedo Mosquera, Alexis González Ramírez y Norberth Aristizábal Marí, articula un edificio y un parque, donde el primero hace las veces de puerta que se abre al paisaje y une las dos realidades del territorio nacional colombiano: la urbana y la rural. El parque se convierte en el jardín conmemorativo, una chagra amazónica, lugar de rito, arte y paz, que envuelve el edificio para darle más significado al permitir que todo el conjunto se nutra y se articule con el entorno.
La casa también tendría un techo en pendiente que permitiría
recuperar el agua lluvia para reutilizarla en el riego y otras actividades
diarias. Con el diseño se busca generar aislamiento térmico, con un cielorraso
en esterilla de guadua, además de crear sombra con árboles perimetrales y
permitir el paso del viento con plantas de hoja ancha y palmeras.
“El Nuevo Umbral de la Amazonia” genera la sensación de que
estar adentro también es estar afuera, por su conexión con el entorno. El
espacio es flexible y se expande, ya que en el interior se conectan e integran
subespacios. Esta flexibilidad, además de la ventilación y la espacialidad,
permiten que se adapte a diferentes condiciones, incluso a crisis como la
asociada con una pandemia como la actual.
Participación de la comunidad
Los recursos destinados para mano de obra se repartirán
equitativamente entre quienes tienen el saber (ornamentador, soldador, maestro
y ebanistas-carpinteros) y quienes aprenderán (la comunidad).
También se espera generar procesos de autoconstrucción a
partir del trabajo en mingas comunitarias, lo cual engrandece las múltiples
relaciones parentales y vecinales, mejorando de generación en generación, en la
cual pueden formar parte activa tanto hombres como mujeres.
Además la propuesta plantea la realización de talleres y actividades colectivas entre las universidades y la comunidad, participando del proceso constructivo y entendiendo las decisiones proyectivas de los creadores, con el fin de crear un lazo que permitirá que el proyecto sea adoptado como su nuevo referente.