miércoles, 28 de julio de 2021

Evalúan modelos para mejorar pronóstico de engelamiento de aviones

 Este fenómeno, que sucede cuando se congelan gotas de agua líquida sobreenfriada en la atmósfera creando una capa de hielo en el exterior de las aeronaves que afecta a diferentes sistemas de la aeronave y que se ha asociado con accidentes, aún no es detectado oportuna y plenamente en Colombia.

Así lo advierte el ingeniero informático Kevin Alexander Chicaeme Ordóñez, magíster en Ciencias - Meteorología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quien, motivado por la carencia de información de un tema tan importante pero poco abordado en el país, realizó un estudio climatológico para analizar el comportamiento de Colombia frente al potencial de engelamiento en altura, en diferentes puntos del territorio.

Al respecto, explica que aunque el algoritmo de predicción CIP-sonde-A, de engelamiento en la aviación, demuestra mayor eficiencia para detectar este fenómeno frente a los algoritmos experimentados en su estudio, a este y otros modelos aún les hace falta una mayor evolución.

El engelamiento en la aviación se previene con pronósticos de área mediante modelos numéricos, y en las aeronaves con sistemas de calentamiento o neumáticos que ayudan a despegar el hielo adherido.

Además este fenómeno seguiría los patrones climáticos asociados con el ciclo de lluvias anuales en el país, con tendencia a ser más alto en las horas de la noche y de la madrugada.

El magíster de la UNAL asegura que por la falta de observaciones y plataformas de investigación, Colombia no cuenta con información de frecuencia y distribución espacio-temporal de ambientes favorables para el engelamiento y tampoco existen métodos para diagnosticar, monitorear y pronosticar este fenómeno.

En el territorio nacional, la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) reporta tres casos de accidentes fatales asociados con engelamiento, y otros eventos en los cuales las tripulaciones lograron sortear exitosamente estas condiciones.

“Nuestro país no tiene un modelo de predicción propio, sino que cuenta con herramientas basadas en modelos de Estados Unidos o Europa, que aunque nos brindan información, aún falta mucha investigación en cuanto a la parte tropical y ecuatorial, es decir, nuestra zona de ubicación”.

Estudio climatológico

Según el investigador, en el estudio se usaron datos de radiosondeo basados en sensores que miden temperatura, humedad relativa y otros datos climatológicos, con los cuales se aplicó una versión del algoritmo desarrollado por el Centro Nacional para la Investigación Atmosférica de los Estados Unidos, que permitiría analizar si el engelamiento se daría de forma potencial o menos potencial en lugares como Bogotá, Cali, Riohacha y Tres Esquinas, en Caquetá.

El algoritmo se aplicó a datos de análisis de los últimos 30 años, con el fin de detectar las características y los patrones de este fenómeno en el espacio nacional. También se empleó el algoritmo SLWS (Supercooled Liquid Water Simulation), que utiliza el agua líquida calculada por los modelos meteorológicos en temperaturas potenciales para generar engelamiento.

“Utilizamos configuraciones del modelo de la FAC, y probamos cómo los algoritmos aplicados a este modelo podrían identificar los eventos reales registrados en diferentes entidades aeronáuticas, las cuales muestran ubicación, altitud y tiempo en el que se encontraba la aeronave en ese momento, entre otros. También usamos sensores de deshielo en las aeronaves, los cuales son defensas para el hielo en los aviones. Por ejemplo, la identificación del uso de sistemas neumáticos que se inflan para despegar el hielo de superficies de las aeronaves, por el calentamiento de las diferentes superficies de las aeronaves y sistemas de alerta. Estos datos quedan registrados en un grabador de datos en vuelo, con el cual podemos estimar dónde se presentó un caso”.

La investigación incluyó 8 casos de estudio, 4 de los cuales presentaron engelamiento y en otros 4 no se evidenció el fenómeno, para corroborar la precisión de los datos de los modelos.

Afectaciones a los sistemas aeronáuticos 

La formación de hielo en la superficie de los aviones es una amenaza latente que los aviadores deben prevenir, identificar y sortear en sus rutas, ya que esta condición puede causar pérdida de la sustentación, reducción de la velocidad, afectación a sistemas e incluso llevar a la pérdida del control de las aeronaves.

Según el magíster, “el engelamiento puede afectar de diferentes formas las aeronaves y sus equipos, como las antenas de comunicación, los GPS, los instrumentos y sensores fuera de él, que al obstruirse por hielo pueden presentar alteraciones en las indicaciones básicas para el transcurso normal del vuelo, además de que se perturba la calidad visual para los pilotos”.

Agrega que “los aviones vuelan porque se genera un cambio de presiones debido a la velocidad del viento. Cuando el perfil alar (perfil aerodinámico) de la aeronave se modifica porque se empieza a congelar, se deforma y se genera una estela turbulenta alrededor de los planos del avión, generando, entre otros, el riesgo de caída y daños a las hélices, lo que puede terminar en el peor de los casos en la caída de la aeronave”.

Según la revisión de la literatura, en Estados Unidos se habrían presentado 1.202 casos en el periodo 1978-2010, entre eventos y accidentes aéreos, atribuidos a formación de hielo. Así mismo, el 18 de mayo de 2011 un avión tipo Saab 340A de SOL Líneas Aéreas se estrelló 20 km al norte de Prahuaniyeu, Argentina. Según la investigación, el accidente se atribuyó a la creciente acumulación de hielo en el escudo de viento y los planos.






viernes, 16 de julio de 2021

Consumo moderado de vino ayudaría a disminuir niveles de triglicéridos

 El consumo moderado de vino (de 1 a 7 copas de 120 ml por semana) lleva a una disminución de los triglicéridos y juega un papel protector importante en la salud cardiovascular de las personas, siempre y cuando su consumo sea medido.

El nutricionista-dietista Óscar Enríquez Martínez, de la Universidad Industrial de Santander (UIS), magíster en Nutrición y Salud y candidato a doctor en Salud Colectiva de la Universidad Federal de Espírito Santo (Brasil), afirma que esto puede obedecer a los antioxidantes del vino tinto, llamados polifenoles, los cuales protegen el revestimiento de los vasos sanguíneos del corazón.

Efecto contrario surte el consumo de cerveza o bebidas destiladas como whisky, tequila y ron, que aumentan los niveles de triglicéridos, el tipo de grasa más común en el cuerpo.

El experto señala que “esta situación hace que la persona presente riesgo de sufrir la elevación anormal de concentración de grasas en la sangre, o dislipidemia”.

Durante la charla “Consumo de bebidas alcohólicas y salud cardiovascular”, ofrecida en el programa #SaludUNALContigo, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), el invitado señaló además que tales hallazgos forman parte del Estudio Longitudinal del Adulto (Elsa Brasil).

Amplía que el objetivo principal era indagar sobre la incidencia y la progresión de enfermedades crónicas no transmisibles, especialmente la diabetes y las enfermedades cardiovasculares y sus factores de riesgo biológico, comportamentales, ambientales, ocupacionales, psicológicos y sociales.

Estudio adelantado en Brasil

En el estudio participaron trabajadores activos y jubilados de cinco instituciones públicas de enseñanza superior y una de investigación, de seis ciudades brasileñas.

“La meta fue contactar 15 servidores públicos entre 2008 y 2010, con edades entre 35 y 74 años. En total participaron 15.105 personas, por lo que los datos que se deriven podrían servir para conocer el estado de salud y nutrición de Suramérica”.

En el proceso se tomaron algunas medidas, como presión arterial, electrocardiogramas, exámenes bioquímicos de sangre, pruebas de tolerancia a la glucemia, pruebas de orina de 12 horas, rigidez de la arteria carótida y fuerza muscular, entre otros parámetros.

La línea de base del estudio se tomó entre 2008 y 2010, tuvo un seguimiento entre 2012 y 2014, luego otros dos, y actualmente se iniciará una cuarta toma de datos que se espera termine en 2022.

Influencia, riesgo y prevención de la dislipidemia

La dislipidemia son cambios en los niveles de los lípidos séricos, comprendidos por el HDL (colesterol bueno), LDL (colesterol malo), colesterol total y triglicéridos.

Según el experto, dentro de los factores de riesgo para desarrollar esta enfermedad están edad avanzada, baja escolaridad, bajo ingreso económico, dieta inadecuada, falta de ejercicio físico, mal estado nutricional y consumo de bebidas alcohólicas.

En este sentido, uno de los hallazgos que también llamó la atención de los investigadores fue que el vino, la cerveza y las bebidas destiladas aumentaron los niveles de HDL de los individuos participantes, algo que, a los ojos de la ciencia, podría parecer positivo.

Sin embargo, cuando este tipo de colesterol está por encima de 90 o 100 miligramos sobre decilitro (décima parte de un litro), comienza un proceso contrario de oxidación de ese HDL que se asocia con riesgo de enfermedades cardiacas como infartos, por lo que aumentarlo con bebidas alcohólicas puede ser altamente perjudicial para las personas.

“Estos resultados se fortalecen con otro estudio reciente que tras analizar los niveles extremadamente altos de HDL mostró que sí existe una relación entre esos niveles altos y la mortalidad por eventos cardiovasculares o síndromes coronarios”.

El investigador advierte que aunque las bebidas están relacionadas con el perfil lipídico, esto no se debe tomar como una recomendación o invitación para consumirlas, sino como una nueva evidencia por parte de la fisiología y la epidemiología que acerca a la humanidad a nuevas respuestas.







miércoles, 7 de julio de 2021

Estimulación cognitiva ayudaría a tratar demencia en adultos mayores

Esta intervención, o terapia no farmacológica, se apoya en técnicas de repetición y práctica, guías de orientación espacio-temporal de la realidad y algunas herramientas como libros, relojes y calendarios, para optimizar las funciones cognitivas de las personas con demencia asociada con el Alzheimer.

Dentro de esta alternativa terapéutica también se pueden usar canciones, fotos o revistas de momentos importantes que marcaron la vida del paciente (hitos), con el fin de que puedan trabajar desde reminiscencias en su conexión entre la memoria y la emoción de sus vivencias.

“Los tratamientos o terapias no farmacológicas se refieren a cualquier intervención no química sustentada, focalizada y replicable sobre el paciente con demencia. Esta lo ayuda a mantener sus funciones cognitivas como memoria, concentración, habilidades del lenguaje y razonamiento. También aporta para mantener su autonomía hasta donde sea posible y reduce su estrés y sus perturbaciones anímicas”.

Así lo aseguró la terapeuta ocupacional Sandra Viviana Vargas, magíster en Discapacidad e Inclusión Social, durante la charla “Intervenciones no farmacológicas para el adulto mayor con diagnóstico de demencia tipo Alzheimer” del programa #SaludUNALContigo, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL).

“Estas terapias causan cambios positivos en el cuidador, reduciendo la depresión y la ansiedad y mejorando el entendimiento y apoyo desde la familia hacia la persona con la enfermedad”, agregó la especialista.

Enfermedad progresiva

La demencia es un trastorno neurodegenerativo, es decir que está asociado con el cerebro y que aumenta con el paso del tiempo. En ella se presenta un deterioro de la memoria y de las funciones cognitivas como pensamiento, orientación, cálculo, aprendizaje, lenguaje, juicio y todo lo relacionado con funciones ejecutivas, lo que afecta la capacidad de la persona para realizar sus actividades de la vida cotidiana y generando dependencia.

Según la evidencia médica, el Alzheimer es el tipo de demencia más común, y aunque socialmente se cree que la pérdida de memoria es un proceso natural en el envejecimiento, no todas las personas tendrán estas dificultades.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que del 60 al 70 % de los casos se relacionan con demencia tipo Alzheimer, la mayoría de ellos en mayores de 65 años. Sin embargo, estudios recientes también muestran que algunas personas jóvenes presentan la enfermedad, por lo que no se pueden descuidar la identificación en sus primeras fases.

Según la Escala Global de Deterioro de Reisberg (GDS) esta enfermedad pasa por etapas que van de la GDS1 a la GDS 7 y pueden transcurrir hasta 20 años en pasar cada una de ellas.

La etapa 1 empieza con un nivel cognitivo normal, en el segundo empiezan a haber quejas subjetivas de la memoria de tipo atencional, y en el tercer nivel aparece el déficit sutil en algunas actividades que son un poco complejas.

En el nivel 4 y 5 se empieza a detectar el Alzheimer, ya que los olvidos son más comunes; por ejemplo, la persona olvida que comió, mientras que en los niveles 6 y 7 no solo se afectan las actividades mentales o instrumentales, como manejo del dinero, movilización y transporte por la ciudad, sino también vestirse, orientarse dentro de la casa y alimentarse, entre otras.

“Cuanto más temprano se identifique la enfermedad y en un estadio menor, más fácil será hacer varios tipos de intervención como las terapias no farmacológicas”, señala la especialista.

Modificaciones del entorno

Agrega que “es importante que las personas cuenten en casa con herramientas facilitadoras que les ayuden a tener una mejor adaptación de su condición”.

“Las adaptaciones se deben dar gradualmente, según las capacidades y necesidades de la persona; también se le debe notificar sobre los cambios que se hacen y de la utilidad de ellos, como por ejemplo la eliminación de escalones y su reemplazo por rampas o pendientes, o la ubicación de sujetadores para el baño y la ducha, entre otros”.

“Los objetos personales de la persona con Alzheimer se deben dejar en el mismo lugar pues así los podrá encontrar fácilmente cuando los necesite. También se recomienda siempre tratar de iluminar artificialmente los espacios oscuros para evitar accidentes”.

Por último recomienda “eliminar muebles que tengan aristas peligrosas, mesitas de cristal, objetos de vidrio que puedan representar peligro para la persona, así como los cables en el suelo, las alfombras y los pisos mojados. En cambio, se debe procurar que cada espacio cuente con señalizaciones visuales, relojes, calendarios y tablero de apuntes con recordatorios constantes”.





 

sábado, 3 de julio de 2021

Ictiosaurios habrían vivido hasta una época más reciente

 El estudio del cráneo de uno de estos especímenes, que forma parte de las colecciones del Centro de Investigaciones Peleontológicas (CIP) de Villa de Leyva, permitió determinar nuevas características físicas y de la época en que vivió la especie, hace más de 125 millones de años, en la zona de este municipio boyacense que entonces era territorio marino.

Las buenas condiciones de conservación de este cráneo –encontrado y colectado en 2006 por miembros de la entonces Fundación Colombiana de Geobiología– permitió modificar algunas teorías sobre sus rasgos y taxonomía, por lo cual se propone como un espécimen de referencia para el estudio de esta especie.

Así lo explica la profesora María Páramo Fonseca, del Departamento de Geociencias de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quien recordó que aunque hacia 2016 se había realizado una publicación sobre un individuo similar, esta se hizo con base en otro cráneo que se hallaba muy deformado debido a los procesos de fosilización natural. Por eso los nuevos hallazgos evidencian nuevas características físicas y develan un periodo de vida más extendido en el Cretácico temprano, que equivale hasta hace unos 100 millones de años.

El espécimen estudiado, que consta de cráneo y la mayor parte de su columna vertebral con sus costillas, tiene un tamaño medio dentro de esta especie: 67 cm el cráneo y un largo total de cerca de 2 m.

Como dos características nuevas, la profesora Páramo destaca que tiene el hueso denominado cuadradoyugal, a diferencia de otros individuos, y que el hueso de la base del cráneo (basioccipital) tiene unos rasgos especiales que los diferencia de los otros, como una protuberancia acanalada. Este y otros rasgos nuevos permitieron corregir unas observaciones en el primer espécimen, las cuales se veían distintas debido a la deformación que presenta.

La revisión de la especie con base en el nuevo espécimen analizado permitió ubicarlo en un grupo taxonómico diferente al indicado inicialmente, subraya la docente.

Esta nueva ubicación es importante porque en ese grupo no se conocían en edades geológicas como el que tiene el de acá, del periodo Aptiano, que equivale a unos 125 millones de años, mientras que antes se creía que eran más recientes.

Peces marinos

Los ictiosaurios fueron reptiles peces marinos de muchos tamaños, que vivieron desde el Triásico (más de 2.000 millones de años) hasta el Cretácico temprano y que no alcanzaron a llegar Cretácico tardío.

Por su forma hidrodinámica, fueron nadadores veloces, con unas aletas parecidas a las del tiburón y cabezas con hocico alargado. Sus dientes cónicos les servían para comerse los peces  que atrapaban en los cardúmenes que perseguían en los océanos, hacia donde llegaron a dispersarse.

El estudio liderado por la profesora Páramo fue realizado como tesis de maestría por el estudiante Javier García Guerrero, al cual después se vincularon Christian David Benavides Cabra y Antonio José Castañeda Gómez, quien hizo la reconstrucción de la imagen del cráneo en 3-D para un artículo científico publicado a comienzos de 2021 en la edición impresa de la Revista Cretáceos, muy reconocida en el mundo y en el campo de la paleontología.

La profesora Páramo recuerda que, además, el estudiante Santiago Padilla Bernal, del CIP, facilitó toda la tarea de preparación del espécimen, que estuvo a cargo de Maryluz Parra y Juan de Dios Parra, miembros del CIT.

Más especímenes para estudiar

Actualmente el cráneo estudiado permanece guardado en las colecciones paleontológicas del CIP, en Villa de Leyva, donde aún existen muchos especímenes para estudiar.

“Aunque siempre se había tenido la idea de que quedaban muy poquitas especies del Cretácico, los de Villa de Leyva han ayudado a mostrar que todavía eran muy diversos para esa época”, sostiene la profesora Páramo, quien con el estudiante Christian Benavides siguen estudiando otros especímenes del CIP.

El cráneo del ictiosaurio analizado se suma a la ya larga lista de trabajos realizados en este campo por la docente de la UNAL, quien recuerda que uno de los primeros fósiles estudiados –cuando cursaba su posgrado– se encuentra en el Servicio Geológico Colombiano. Posteriormente se dedicó a estudiar mosasaurios y pliosaurios, uno de los cuales se exhibe en Sáchica (Boyacá) y en la actualidad trabaja en los especímenes del CIP y en otro hallado por un profesor de Geociencias en Villa de Leyva.