martes, 9 de diciembre de 2025

Más allá de China: las cerezas chilenas llegan a EE.UU. y Europa en medio de la expansión del mercado


 Mientras las cerezas chilenas siguen cautivando en China, un adelantado aumento de producción está dando a los importadores de Estados Unidos y Europa una ventaja en el inicio de la temporada de importación invernal.

Tradicionalmente regaladas como productos de lujo por los consumidores chinos, la cereza chilena es considerada una fruta premium en Asia, y los productores esperan conquistar a compradores de todo el mundo mientras el país andino busca diversificar uno de sus productos estrella.

En Estados Unidos, la firma Honeybear Brands, con sede en Minnesota, ya está moviendo fruta hacia el retail, mientras que la española CMR Group se prepara para descargar el primer contenedor marítimo de cerezas chilenas fuera de temporada en Europa esta semana. Ambas compañías reportan buenas condiciones de cultivo en Chile y esperan volúmenes estables durante las festividades.

Chuck Sinks, presidente de ventas y marketing de Honeybear Brands, dijo a Poortalfruticola.com  que la empresa estima embarques de aproximadamente 125 a 150 cargas, señalando “un calibre ligeramente mejor que el del año pasado, con buen sabor y consistencia”.

Dulce momento en Estados Unidos

Honeybear Brands continúa posicionándose como un proveedor clave para la demanda invernal de cerezas, destacando la versatilidad y conveniencia de la fruta como un “snack fresco para el verano (del hemisferio norte) y las ocasiones festivas”.

“Solo traemos fruta chilena; sentimos que es un producto superior al de otras regiones de cultivo en Sudamérica”, agrega Sinks. En cuanto a las tendencias de consumo, la empresa observa que las familias jóvenes no están muy presentes, con compradores de mayor poder adquisitivo liderando las compras.

“Los compradores suelen tener más de 55 años, viven en hogares de dos personas y una gran parte de las compras provienen de hogares con ingresos de alrededor de US$100.000 o más”, afirma el ejecutivo.

La empresa ingresa cerezas chilenas por el estado de Washington y por Filadelfia. Sinks señala que este modelo de doble puerto le permite consolidar cargas de cerezas importadas con sus programas de manzanas locales. Esto, explica, ayuda a ofrecer costos más bajos a los compradores minoristas.

“Honeybear es un importador líder de cerezas en Estados Unidos y lo ha sido por más de ocho años. Hemos tenido una temporada de cultivo casi perfecta en Chile, lo que dará como resultado una cosecha récord. Esto significa que los minoristas podrán ofrecer cerezas frescas y de alta calidad durante los meses de invierno”, dice Sinks. “Un sólido programa de importación hace que los consumidores sigan comprando cerezas incluso durante la temporada doméstica”.

Europa prueba la oferta

Al otro lado del Atlántico, CMR Group afirma que comercializará el primer contenedor marítimo de cerezas chilenas fuera de temporada, que está programado para llegar a Rotterdam esta semana. La empresa visitó recientemente a su socio chileno C&L en las zonas del valle central para seleccionar fruta cosechada durante la semana 45.

CMR indica que comenzará a ofrecer la fruta a clientes europeos en la semana 50 a través de su red exclusiva de ventas.

La compañía también destaca que C&L, una empresa familiar con más de cincuenta años, utiliza sistemas de energía limpia sustentable, riego avanzado, procesos de sanitización de agua y completas prácticas de gestión de residuos.

El productor cuenta con certificaciones como Walmart Global Security Operations, SMETA y BRCGS, las cuales, señala el grupo, respaldan la trazabilidad total y una calidad consistente.

El importador espera ampliar su programa de cerezas en las próximas semanas con orígenes adicionales y otras frutas de carozo.

Expansión en Asia

Si bien China sigue siendo el principal mercado de destino para las cerezas chilenas, representando casi el 90% del volumen total de exportación, el sector continúa extendiéndose dentro de Asia.

A comienzos de este año, la empresa chilena Subsole marcó su primer envío a India. Su socio comercial IG International Pvt Ltd señaló que esto representaba un hito significativo para la industria india de productos frescos. Indicó que las cerezas chilenas rápidamente se consolidaron como una categoría clave en el mercado.

Corea del Sur se ha convertido en otro destino interesante para esta estrella frutícola chilena desde la apertura de mercado en 2016. Con un consumo per cápita aproximado de 121 libras y una población que supera los 51 millones, los productores chilenos de cerezas se benefician del abastecimiento fuera de temporada.















miércoles, 5 de noviembre de 2025

Acentos del mundo que enseñan en la UNAL

 En la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) se escuchan voces provenientes de todos los rincones del planeta. En los pasillos, bajo los árboles del campus, en las cafeterías y los auditorios se cruzan lenguas, miradas y costumbres: las de los más de 751 estudiantes y 94 profesores extranjeros que hoy forman parte de la Institución. En cada palabra pronunciada en otro idioma se vislumbra una historia de viaje, de curiosidad y de encuentro que demuestra que la UNAL también enseña a vivir en un mundo compartido.

Los días en la UNAL transcurren entre lenguas que se cruzan y se confunden. En cada una de sus 9 Sedes los saludos pronunciados con distintos acentos se funden y el mapa del mundo se dibuja en cada conversación. Así, estudiantes de países como Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, Ecuador, Venezuela y Brasil se unen y dejan huella en los senderos del campus reconociendo que la UNAL no es solo un espacio de estudio, sino una forma de hogar.

Así mismo, entre los profesores extranjeros que hoy enseñan en las Sedes hay trayectorias que cruzan océanos y disciplinas. Algunos vienen de laboratorios europeos, otros de conservatorios asiáticos o centros de investigación de países del norte; todos trajeron consigo un acento y una forma distinta de entender el conocimiento.

En sus clases, la puntualidad se mezcla con la improvisación, la teoría con la experiencia, y la distancia con el afecto. Y así revelan que más allá de la lengua, ellos transmiten la certeza de que la educación también es una forma de intercambio cultural, un espacio en donde cada pregunta se vuelve un puente.

Historias que viajan entre pizarras, partituras y acentos

En el Departamento de Matemáticas de la Facultad de Ciencias, el profesor Alexander Sinitsyn enseña con la paciencia de quien sabe que cada fórmula también encierra una historia. El académico llegó de Rusia hace más de 20 años, con un español vacilante y una vocación inquebrantable. “En Colombia encontré una energía distinta, una curiosidad viva. A veces falta rigor, sí, pero sobra ingenio”, señala el docente.

Para él, enseñar Matemáticas en la UNAL ha sido una lección doble, ya que su vida transcurre entre demostraciones y conversaciones que rompen esquemas. En un país donde el reloj académico a veces se retrasa, el docente Sinitsyn aprendió a medir el tiempo con paciencia. Su acento ruso ya forma parte del campus, y sus clases, en las que mezcla rigor y humor, son una ecuación de empatía que transforma cada jornada en una búsqueda compartida del conocimiento.

El académico recuerda que “al principio fue difícil entender cómo funcionaban las cosas aquí, pero los estudiantes siempre me ayudaron: son curiosos, hacen preguntas y tienen una gran apertura. Eso me gusta, porque así también aprendo cada día”. Con el tiempo se acostumbró tanto al ritmo  del país, que hoy ya no se siente extranjero, sino parte de una comunidad que lo adoptó sin condiciones. “Colombia se volvió mi casa”,afirma.

En otro escenario del campus, entre partituras y batutas el japonés Tetsuo Kagehira, docente de la Facultad de Artes, ensaya con la Orquesta Sinfónica del Conservatorio de Música de la UNAL. Las cuerdas se afinan, las flautas buscan el tono, y su voz pausada llena el salón. Desde Tokio el maestro de trombón llegó con la convicción de que la música es un lenguaje universal y sus estudiantes lo admiran por su disciplina.

En cada ensayo enseña cómo aprende la paciencia, el respeto por el otro, el arte de escuchar. “Entre las grandes diferencias de una cultura asiática, donde la disciplina y la jerarquía son esenciales, en Colombia todo tiene ritmo, incluso el caos. La Orquesta y sus más de 80 integrantes son un espejo del país: diverso, intenso, imprevisible”.

“En Japón todo está muy organizado y aquí la gente siente la música de manera distinta. A veces el ensayo empieza tarde o algo no sale perfecto, pero hay una energía que lo compensa”, comenta el docente.

Lo que al principio fueron retos —la falta de silencio, la espontaneidad, el desorden aparente— hoy son para él oportunidades. “En esa mezcla de energía y emoción descubrí una fuerza cultural incalculable, presente en cada uno de mis estudiantes”.

“Al final, cuando el último acorde se apaga y el público aplaude de pie, siento una felicidad que no se puede explicar. En esos momentos sé que la música no solo se interpreta, sino que se vive, se comparte y se celebra”, reconoce el maestro.

Estudiantes del mundo en la UNAL

Desde un laboratorio de Ingeniería Mecánica, de la Facultad de Ingeniería, el estudiante alemán Henri Pilzecker, que llegó a la UNAL para cursar un semestre de intercambio, encontró mucho más que un aprendizaje académico: “hallé confianza, diversión y sociabilidad en cada uno de mis compañeros, con los que hoy vivo y disfruto del campus”.

El español fue su primer reto. Aunque ya había pasado por algunos entrenamientos previos del idioma en su país, Henri recuerda con humor cómo encontrarse con este escenario académico y cultural le permitieron crecer, pues dos meses después de su llegada a territorio colombiano ya se expresa con gran fluidez, se ríe de sus errores gramaticales, y usa sin problema palabras tan colombianas como “parchar”.

“En Alemania todo está muy planificado; aquí el conocimiento se siente más libre”, dice señalando que los escenarios más improvisados, explicativos y participativos le han aportado significativamente a su proceso, y que incluso el mismo campus, con su vegetación y su vitalidad, es un lugar donde las ideas y la vida crecen.


Durante estos meses también ha salido de Bogotá. El futuro ingeniero cuenta que conoció Medellín, el Eje Cafetero y San Andrés, y que esos viajes le sirvieron para entender que Colombia no es solo Bogotá y la Universidad, sino muchas formas de vivir y hablar. Aun así, dice que lo que más disfruta del campus son los verdes de sus alrededores y que pueda tomar clases de baile o ir a los jueves al Freud sin salir de la Universidad. Para él, ese ambiente abierto y lleno de estudiantes ha formado parte del aprendizaje tanto como las materias.

En la Escuela de Estudios de Género, la francesa Anaïs Boucher encontró otro tipo de lección: la del diálogo y la participación. En su país tuvo una formación en lengua española, y en la UNAL cursó un semestre; ahora, desde su país, la estudiante recuerda entusiasmada cómo se imparten las clases en la UNAL: “cada clase tenía presentaciones, debates, ejemplos concretos. Me gustó que los temas se conectaran con la realidad del país”, señala.

Así mismo, indica que asignatura como “Mujeres y conflicto armado” le permitieron reconocer muchos más elementos de la historia, la cultura, las pasiones y los retos de la cultura colombiana, y que en Francia las clases son más verticales: “el profesor habla y los estudiantes escuchan, mientras en la UNAL se conversa. Aprendí mucho de esa horizontalidad”.

Anaïs también asegura que una de las experiencias más significativas de su paso por la UNAL fue conocer de cerca la minga indígena. “Asistir a esos espacios me permitió comprender que la universidad colombiana también es un escenario comunitario en donde el conocimiento se mezcla con la voz de los pueblos y las causas sociales”.

“Me impresionó la alegría, la solidaridad. Incluso en medio de las dificultades la gente siempre sonríe. Extraño las fiestas de los jueves, el ambiente, la calidez. La UNAL me enseñó que el conocimiento también se baila”, destaca.

En cada historia se repite una misma idea: la de aprender desde la diferencia. Sinitsyn traduce la ciencia en empatía; Kagehira transforma la disciplina en melodía; Pilzecker encuentra en la improvisación una fórmula, y Boucher convierte la palabra en un puente entre culturas. Sus experiencias revelan que la internacionalización no se mide solo en cifras, sino además en vínculos.

Al abrir sus puertas a estudiantes y profesores del mundo, la UNAL consolida una comunidad que entiende la educación como un acto de reciprocidad. Cada encuentro, cada intercambio académico, fortalece un tejido que une lo local con lo global. No se trata solo de movilidad, sino de transformación mutua.










viernes, 24 de octubre de 2025

Marruecos se consolida como potencia emergente en la industria mundial del arándano

 La superficie dedicada al cultivo de arándano en Marruecos creció un 69% en los últimos cinco años, pasando de 2.850 hectáreas en 2020 a 4.829 hectáreas en 2024, según un reporte de Fluctuante. Este crecimiento, equivalente a un promedio anual del 14%, ha sido impulsado por la expansión hacia nuevas regiones productivas y la adopción de técnicas agrícolas más eficientes.

Expansión geográfica y diversificación productiva 

El desarrollo del arándano marroquí comenzó en Loukos Gharb, donde se establecieron los primeros cultivos de variedades de baja necesidad de frío a mediados de la década de 2000. La participación de inversionistas privados y las condiciones climáticas favorables permitieron adelantar la cosecha respecto a España, uno de sus principales competidores.

Loukos Gharb es una zona agrícola del norte de Marruecos que hoy en un punto clave en la producción de arándanos del país del norte de África.


Con el tiempo, la producción se extendió hacia el sur, consolidando a Agadir como un segundo núcleo estratégico. En esta zona, los productores han incorporado genética Highbush del sur y tecnologías avanzadas de manejo agronómico, utilizando invernaderos altos tipo “canario” que contrastan con los túneles y estructuras más abiertas del norte.

De acuerdo a Fluctuante, esta estrategia ha permitido adelantar la ventana de producción y concentrar la oferta entre enero y abril, un periodo clave en el mercado internacional.

Actualmente, un tercer polo productivo se está desarrollando en la región de Dakhla, ubicada a unos 1.200 kilómetros al sur de Agadir, en el Sahara Occidental. Aunque su crecimiento es limitado por el acceso restringido al agua, el área muestra un alto potencial para producir cosechas ultratempranas gracias al uso de invernaderos planos de plástico. El contexto geopolítico en la zona ha mostrado mayor estabilidad, respaldado por el apoyo de Estados Unidos y España al plan de autonomía marroquí.

Posición en el comercio mundial de los arándanos

Tras una caída temporal en 2023 debido a una ola de frío, el país recuperó su ritmo de crecimiento en 2024, alcanzando niveles récord de producción y exportación. Este repunte se atribuye a la madurez de nuevas plantaciones y a la puesta en marcha de plantas de desalinización, que han permitido mitigar los efectos de la escasez hídrica.

Marruecos se ha posicionado como un proveedor confiable de arándanos de alta calidad, reconocido por la consistencia en las características organolépticas de sus frutos y por una alta proporción de cultivares premium. Además, la renovación varietal agresiva continúa siendo una estrategia clave, orientada a maximizar la producción temprana y aprovechar la ventana comercial  del invierno boreal, cuando la oferta de otros países, como Chile, se encuentra en su punto más alto.

Con estos avances, Marruecos refuerza su papel como actor estratégico en la industria global del arándano, combinando innovación, expansión territorial y adaptación climática para consolidar su posición en los mercados internacionales.

del invierno boreal, cuando la oferta de otros países, como Chile, se encuentra en su punto más alto.

Con estos avances, Marruecos refuerza su papel como actor estratégico en la industria global del arándano, combinando innovación, expansión territorial y adaptación climática para consolidar su posición en los mercados internacionales.

martes, 21 de octubre de 2025

Cápsulas diminutas potencian el efecto anticancerígeno de la cúrcuma

 Desde hace siglos, esta raíz originaria del sur de Asia ha sazonado guisos y servido como remedio casero por su capacidad para aliviar la inflamación y proteger las células del deterioro. Hoy, su poder curativo se amplifica: una formulación experimental logró que su principio activo —la curcumina— eliminara células de cáncer de cuello uterino, mama y pulmón en pruebas de laboratorio. Aunque los resultados son preliminares, sí revelan el potencial de esta planta ancestral para inspirar terapias más seguras y efectivas.

A lo largo de los últimos años la curcumina ha despertado la atención de la comunidad científica por su capacidad de actuar sobre distintos mecanismos del cáncer. En estudios previos se ha comprobado que puede frenar la multiplicación de células tumorales, inducir su muerte programada e impedir la formación de nuevos vasos sanguíneos que alimentan los tumores.

Uno de los mayores desafíos ha sido lograr que esas propiedades se expresen de manera efectiva dentro del cuerpo, pues cuando la cúrcuma se consume de forma convencional, gran parte la curcumina se degrada en el sistema digestivo o se metaboliza en el hígado antes de llegar a los tejidos donde debería actuar, lo que reduce su absorción y vuelve impredecible su efecto terapéutico.

“Esto pasa porque el compuesto es muy inestable químicamente. Por eso muchas personas la combinan con pimienta, que contiene una sustancia capaz de inhibir las enzimas que la degradan”, explica León Darío Pérez Pérez, profesor del Departamento de Química de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quien con la intención de proponer una alternativa más estable y con mayor biodisponibilidad, fabricó un “copolímero en bloque”, un sistema de materiales para encapsular fármacos.

Los copolímeros en bloque, base de este sistema de encapsulación, se obtienen mediante síntesis química en laboratorio. En términos simples, son materiales creados al combinar distintos compuestos —naturales o sintéticos— para ajustar sus propiedades y adaptarlos al tipo de molécula que deben proteger. Cada fármaco o sustancia activa requiere estructuras con características específicas que faciliten su encapsulación y liberación controlada.

“Desarrollamos sistemas que se puedan aplicar a productos que ayuden a prevenir el cáncer, y sobre todo que funcionen como formulaciones nutracéuticas, es decir suplementos que acompañen el tratamiento oncológico. El propósito no es crear un medicamento nuevo, sino un complemento capaz de potenciar los efectos de las terapias existentes y hacer más aprovechable el principio activo de la cúrcuma dentro del organismo”, explica el profesor Pérez.

Nanonaves: construcciones diminutas para transportar la curcumina de forma segura

El diseño de estas cápsulas microscópicas, pensadas para llevar la curcumina de manera segura dentro del cuerpo, comenzó con la elección de los materiales. El equipo empleó dos polímeros  ampliamente usados en medicina: el polietilenglicol, soluble en agua, y la policaprolactona, que la repele. La combinación no fue casual, ambos cuentan con aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), lo que garantiza su compatibilidad con el organismo.

El momento crucial del proceso ocurre durante la nanoprecipitación, una técnica que permite formar estructuras estables a partir de moléculas diminutas. En el laboratorio, los investigadores mezclaron curcumina —una sustancia naturalmente poco soluble en agua— con el copolímero y un solvente. Al entrar en contacto con el agua, las partes que repelen el líquido se agruparon alrededor de la curcumina formando un núcleo protector, mientras las solubles se orientaron hacia el exterior, creando una coraza estable y suspendida. El resultado fueron decenas de cápsulas poliméricas con el compuesto activo resguardado en su interior.

¿Pero es seguro administrar estas diminutas construcciones en un organismo vivo? La respuesta llegó a través de experimentos con ratones de laboratorio. Durante 15 días se les suministraron las formulaciones y se observó su comportamiento, además del estado de órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones. Al finalizar el periodo no se encontraron diferencias significativas entre los animales tratados y el grupo de control, lo que permite concluir que las estructuras desarrolladas no son tóxicas ni generan daños en organismos vivos.

Ya con el perfil de seguridad establecido, llegaba el momento de comprobar la eficacia del sistema. El grupo liderado por el profesor Pérez, en colaboración con el profesor Mauricio Urquiza y su equipo, llevó las cápsulas a los cultivos celulares. Allí enfrentaron sus formulaciones contra algunas de las líneas de cáncer más agresivas, entre ellas las de cuello uterino, mama y pulmón.

Las pruebas de citotoxicidad —que miden la capacidad de una sustancia para dañar o destruir células vivas— arrojaron resultados alentadores. Las cápsulas con curcumina mostraron una acción anticancerígena selectiva, es decir que eliminaron células tumorales sin afectar significativamente a las sanas.

Además, al comparar la concentración necesaria para lograr ese efecto con la reportada para la curcumina libre en estudios previos, se observó una mejora importante. La encapsulación no solo protege el principio activo, sino que también potencia su acción y amplía sus posibilidades de uso terapéutico.

Además de su potencial en tratamientos contra el cáncer, estas formulaciones microscópicas también mejorarían la forma en que se disuelven y absorben otros compuestos medicinales. Su estructura permite que los principios activos lleguen con mayor facilidad a los tejidos donde deben actuar, algo que hoy representa un desafío en muchas terapias.

Según el profesor Pérez, este tipo de sistemas abre la puerta para desarrollar polimerosomas, pequeñas esferas con una doble capa similar a una membrana celular que en su interior pueden contener agua, y en el exterior una barrera capaz de disolver sustancias que no se mezclan con el líquido, como la curcumina. Esta combinación permitiría encapsular al mismo tiempo fármacos con propiedades distintas —por ejemplo, un compuesto natural como la curcumina junto con un medicamento anticancerígeno tradicional como la doxorrubicina— para potenciar sus efectos y reducir efectos secundarios.






sábado, 13 de septiembre de 2025

Tormentas solares se predicen en minutos gracias a la inteligencia artificial

 Un destello en el Sol puede parecer lejano e inofensivo, pero en realidad tiene el poder de dejarnos sin internet, sin luz y hasta sin GPS en un instante. Se trata de las tormentas solares, explosiones de energía que viajan por el espacio, y que al llegar a la Tierra afectan satélites, redes eléctricas y sistemas de comunicación. Un algoritmo de inteligencia artificial (IA) ahora las identifica en minutos, superando las limitaciones de otros métodos matemáticos que podían tardar años en entregar resultados.

Aunque suene a ciencia ficción, ya han ocurrido desastres de esta magnitud: en 1989, una tormenta solar dejó sin electricidad a millones de personas en Quebec (Canadá) durante 9 horas. Y en 2022, 40 satélites de Starlink se precipitaron al vacío porque la atmósfera se volvió más densa tras una llamarada solar.

Hoy dependemos mucho más de la tecnología que entonces: desde los cajeros automáticos hasta los vuelos comerciales o el celular en el bolsillo. Por eso, entender al Sol es una necesidad urgente. Esto lo sabe muy bien Juan Esteban Agudelo Ortiz, magíster en Astronomía de la Universidad Nacional (UNAL), quien con el profesor Santiago Vargas, del Observatorio Astronómico Nacional, se adentró en las capas profundas del problema.

Para descifrar qué ocurre en la atmósfera del Sol, los astrónomos usan los parámetros de Stokes. Dicho de manera sencilla, la luz solar llega a la Tierra como un mensaje en clave, y con estos no solo se mide la energía, sino que además se puede saber cómo están la temperatura, los movimientos y los campos magnéticos en la superficie solar.

El problema es que tradicionalmente traducir ese lenguaje ha sido un proceso muy lento. Los métodos matemáticos convencionales requieren repetir cálculos millones de veces hasta encontrar una solución. Aunque funcionan, pueden tardar horas, días e incluso años con grandes volúmenes de datos. En la práctica, para cuando el resultado está listo, la tormenta ya pasó.

La inteligencia artificial entra en escena

Aquí es donde aparece la propuesta del magíster Agudelo: usar redes neuronales profundas, un tipo de IA capaz de reconocer patrones complejos en minutos. Para entrenarlas, primero se generaron simulaciones realistas del Sol con supercomputadores del Instituto Max Planck, creando miles de ejemplos de cómo deberían verse los parámetros de Stokes en distintas condiciones. Con este entrenamiento, las redes aprendieron a identificar la firma magnética de las tormentas solares.

El modelo no solo incluyó datos perfectos de simulación, sino también la distorsión de telescopios reales, como el Hinode/SOT-SP, un satélite japonés que observa el Sol desde 2010. Así, el algoritmo aprendió a lidiar con el ruido y las imperfecciones del mundo real.

En la investigación se realizaron 6 experimentos distintos, probando desde arquitecturas clásicas hasta un modelo avanzado llamado red convolucional multiescala, capaz de detectar detalles a  diferentes niveles. Además se incorporó un principio de la física solar —la “aproximación de campo débil”— directamente en la función de aprendizaje. En otras palabras, no era solo un algoritmo estadístico: llevaba incrustada parte de la física del Sol.

Resultados en tiempo récord

Los hallazgos fueron contundentes: lo que antes tardaba horas en supercomputadores, ahora se logra en cuestión de minutos o menos. La IA reprodujo con gran precisión los resultados de los métodos tradicionales, pero con una ventaja enorme, la rapidez.

Además, cuando las “reglas físicas” se le añadieron al entrenamiento, la red neuronal no solo fue más rápida, sino también más confiable, recuperando mejor los campos magnéticos que son fundamentales para anticipar tormentas solares.

“Esto significa que, en el futuro, los observatorios solares podrán generar alertas tempranas sobre actividad peligrosa, dándole a la humanidad una oportunidad de proteger sus satélites, redes eléctricas y sistemas de comunicación. De la dinámica del Sol depende todo el sistema solar, por eso lo que pasa allí nos afecta en la Tierra”, indica el magíster en Astronomía de la UNAL.

Aunque este trabajo se desarrolla en el ámbito de la astrofísica, sus beneficios se reflejan en la vida cotidiana. Si una tormenta solar fuerte golpea la Tierra sin previo aviso, podríamos enfrentar apagones globales, interrupciones en vuelos y comunicaciones, y la caída de redes como el internet. Con herramientas como esta IA, esos riesgos se pueden anticipar y mitigar.

Además, la combinación de IA con física abre nuevas fronteras: las mismas técnicas se podrían usar para entender el clima de la Tierra, la dinámica de los mercados o analizar datos complejos en distintas áreas de conocimiento.

El Sol seguirá lanzando tormentas, como lo ha hecho durante miles de millones de años. La diferencia es que hoy la humanidad depende de tecnologías vulnerables a esos estallidos. Esta investigación demuestra que la ciencia, apoyada en la IA, puede darnos la ventaja que necesitamos: tiempo para reaccionar. En palabras simples, se trata de evitar que un destello en el cielo tenga el poder de desconectarnos del mundo.









jueves, 21 de agosto de 2025

Mareas fósiles revelan un mar antiguo en el corazón del Huila

 Hace casi 470 millones de años, lo que hoy es el municipio de Baraya, en el norte del Huila, no era un territorio de montañas, cafetales y quebradas, sino un mar poco profundo dominado por las mareas. Allí, en la quebrada La Cascabel, un hallazgo geológico reciente reconstruye ese paisaje perdido y abre una ventana a una de las etapas más enigmáticas de la historia de Colombia.

Se trata de la Formación Venado, un conjunto de rocas antiguas que guarda huellas de un mar que existió durante el periodo Ordovícico, comprendido entre hace 485 y 444 millones de años, y fue una de las etapas más fascinantes de la historia de la Tierra.

En ese tiempo los mares se llenaron de vida con trilobites —desde diminutos ejemplares que se enrolaban como cochinillas hasta otros que alcanzaban el tamaño de una bandeja de comedor—, junto con braquiópodos, animales de concha similares a las almejas que cubrían el fondo marino como si fueran jardines fósiles. También abundaban las algas, y en esa época aparecieron los primeros arrecifes construidos por organismos. Fue un tiempo de mares cálidos y poco profundos, de gran diversidad biológica.

El estudio fue adelantado por Carlos Ernesto Rodríguez Esquivel, magíster en Ciencias - Geología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quien recorrió quebradas y afloramientos de la zona para caracterizar en detalle esta formación.

“Trabajar con estas rocas en el trópico es un reto; la densa vegetación cubre casi todo, y solo en quebradas como La Cascabel, afluente del río Cabrera, el agua deja al descubierto paredes de roca fresca que permiten observar su historia”, comenta el investigador.

Para llegar a estos afloramientos, el magíster realizó cuatro salidas de campo en épocas secas. Allí levantó la columna estratigráfica —esquema que muestra, de abajo hacia arriba, la sucesión, el espesor, la inclinación y las características de las capas de roca para entender la historia geológica del terreno— utilizando un bastón de Jacob, una brújula y una cinta métrica. También recolectó 41 muestras de roca, varias de ellas cortadas con sierra eléctrica para examinar sus estructuras sedimentarias. En el terreno contó con el apoyo de colegas geólogos y de la comunidad de la vereda El Totumo, que le facilitó el acceso a zonas de difícil ingreso.

Los análisis revelaron que la sedimentación estuvo dominada por procesos mareales, es decir que las corrientes de marea fueron las responsables de moldear y depositar los sedimentos que hoy se ven como estratos. Este descubrimiento confirma que en esa región, en vez de montañas, existía una amplia llanura costera, similar a las plataformas mareales que todavía se observan en lugares como el Pacífico colombiano o la costa de Corea.

Más allá de las estructuras sedimentarias

En los laboratorios de la UNAL Sede Bogotá, el investigador Rodríguez analizó en detalle las muestras con equipos de fluorescencia y difracción de rayos X, microscopios petrográficos y placas  

palinológicas, técnicas con las cuales determinó que los sedimentos proceden principalmente del Escudo de Guayana, un bloque continental antiquísimo. Este dato conecta al Huila con dinámicas tectónicas de gran escala y con la historia de Gondwana, el supercontinente del que Sudamérica formaba parte.

La búsqueda de microfósiles también fue decisiva. En las rocas negras de la Formación Venado se preservaban acritarcos, diminutas estructuras orgánicas resistentes al paso del tiempo. Entre ellos se identificaron especies como Adorfia hoffmanensis y Coryphidium bohemicum, que sirvieron para precisar la edad de los depósitos: Floiano superior-Dapingiano. Con esto se corroboraron interpretaciones previas y se resolvió un debate sobre la cronología de estas rocas.

"Aunque se trata de rocas con poco interés económico, ya que a partir de ellas no se pueden obtener hidrocarburos ni minerales de valor inmediato, cada aporte es una pieza en el rompecabezas global que busca reconstruir cómo era la Tierra en el Paleozoico”, subraya el magíster.

“En Argentina y Brasil la información es abundante, pero en Colombia todavía hay vacíos enormes, por eso este trabajo es como poner una ficha faltante en el mapa geológico del continente”, explica.

Según el experto, originalmente las rocas de la Formación Venado fueron sedimentos que, con el paso del tiempo, quedaron enterrados bajo nuevas capas. Ese enterramiento las sometió a más presión y temperatura, lo que cambió tanto sus minerales como los fluidos atrapados en su interior. Gracias a indicadores como la cristalinidad de la illita, la clorita, la moscovita autigénica y el cambio de color en los acritarcos, se determinó que las rocas alcanzaron temperaturas cercanas a los 200 °C, condiciones propias de la diagénesis tardía y de la anquizona baja.

Este rango es muy importante porque significa que los depósitos rozaron el inicio del metamorfismo, proceso por el cual, al quedar sometidas a calor y presión dentro de la Tierra, las rocas cambian sus minerales y su textura, sin llegar a fundirse; de ahí surgen el mármol y la pizarra, por ejemplo, pero sin llegar a transformarse del todo en rocas metamórficas. Eso permite diferenciar la Formación Venado de otras unidades en Colombia, que por décadas se clasificaron erróneamente como metamórficas o metasedimentarias, simplemente porque estaban endurecidas o presentaban cambios superficiales.

“Dicha precisión era fundamental, ya que siempre hubo la discusión de si eran sedimentarias o metamórficas; establecer la temperatura permitió confirmar que conservan sus rasgos sedimentarios, es decir que son rocas antiguas, profundamente enterradas y transformadas, pero aún preservan la memoria de su origen marino”, anota el investigador.

Reconoce además que este trabajo no habría sido posible sin el respaldo académico que encontró en la UNAL. Agradece de manera especial a los profesores Carlos Sánchez, director de la investigación; Gustavo Sarmiento, quien le abrió las puertas del Laboratorio de Caracterización Litogeoquímica 106A del Departamento de Geociencias; y al profesor Damián Cárdenas, cuyo apoyo fue decisivo en los análisis palinológicos.

El hallazgo en el municipio de Baraya invita a imaginar un Huila distinto: no de cafetales y montañas, sino de mareas fósiles, algas primitivas y sedimentos que viajaban desde el corazón del Escudo Amazónico para depositarse en un mar olvidado.







viernes, 23 de mayo de 2025

Reconocimiento internacional fortalece la calidad académica en la UNAL Manizales

 La Facultad de Administración de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales recibió la acreditación internacional de 4 estrellas por parte de la Education Quality Accreditation Agency (EQUAA), una distinción que reconoce su calidad académica, compromiso institucional y proyección internacional. El reconocimiento, válido por cinco años, fue otorgado el 30 de abril de 2025 tras una rigurosa evaluación de sus procesos formativos, administrativos y de relación con el entorno.

EQUAA es una organización sin ánimo de lucro con sede en Perú que evalúa instituciones de educación superior en América Latina bajo criterios de calidad como visión estratégica, empleabilidad de egresados, responsabilidad social y gestión institucional.

La calificación de 4 estrellas refleja un alto nivel de madurez institucional y un desempeño sobresaliente en aspectos como la coherencia curricular, la articulación con los sectores empresarial y social, y la solidez en infraestructura y recursos educativos.

Este reconocimiento internacional abre nuevas oportunidades para estudiantes, docentes y egresados de la Facultad, entre las que se destaca la incorporación de la herramienta Invicta by EQUAA, que permitirá medir y certificar habilidades blandas como productividad, inteligencia emocional, creatividad y comunicación, fortaleciendo así la empleabilidad de los futuros profesionales.

Además la Facultad tendrá acceso al International Internship Program, una iniciativa que facilita la realización de prácticas profesionales en el extranjero, y contará con tarifas preferenciales para participar en foros, conferencias y otros eventos académicos organizados por EQUAA.

La acreditación también brinda acceso a descuentos especiales en recursos educativos y tecnológicos como bases de datos sobre sostenibilidad (GSE Research), membresías académicas (ECBE), servicios de diagnóstico institucional (Ellucian), y productos tecnológicos. Igualmente se promueve la investigación a través del financiamiento de proyectos y la posibilidad de publicar en revistas científicas asociadas con EQUAA.

La evaluación fue realizada por un comité de expertos internacionales, quienes visitaron la Sede y revisaron los procesos académicos y administrativos de la Facultad. Entre ellos se encontraban Eric Talavera, director ejecutivo de EQUAA (Perú), Gilda Alcívar, especialista en educación superior (Ecuador), y José Ramón Barreiro, consultor en calidad educativa (México). Su participación ratificó el compromiso institucional con la mejora continua y la consolidación de estándares globales de excelencia.


Para la Facultad de Administración de la UNAL Sede Manizales esta acreditación no es solo una certificación sino también una apuesta por consolidar una formación pertinente, innovadora y con impacto internacional. El reconocimiento proyecta a la Institución como un referente regional en  educación superior y abre nuevas posibilidades de movilidad, cooperación académica e integración con redes globales de conocimiento.