Un helado elaborado con extractos de hojas, semillas, pulpa y epicarpio de anón silvestre, o guanábana de monte, tendría actividad antioxidante.
Así lo explora un estudio de la Universidad Nacional de
Colombia (UNAL), en desarrollo del análisis de las posibles aplicaciones que
tendrían alimentos propios de la región de la Orinoquia, donde se produce este
fruto endémico.
La investigadora Marly Bustamante Correa, del Programa
Especial de Admisión y Movilidad Académica (Peama) de la UNAL Sede Orinoquia, explica
que su trabajo se enmarca en el estudio de frutas endémicas de los Llanos
colombo-venezolanos, como el madroño, anón silvestre, cemeruca y merecure.
Por las condiciones climáticas cálidas de la Orinoquia, el
proyecto planteó fabricar un helado cremoso de anón silvestre y ponerlo a
prueba en un supermercado de Arauca comparándolo con un helado similar de
guanábana tradicional.
La guanábana de monte forma parte de la familia Annonaceae
en la que se encuentran 2.300 especies a lo largo del trópico, algunas
comestibles y populares como la guanábana, el anón o la chirimoya.
“Para esta familia ya se han reportado sustancias con
propiedades antioxidantes y antibacterianas, por lo que conocerlas es
importante para posibles usos”, indica la investigadora Bustamante.
Como parte del estudio “Obtención de aceites y extractos
etanólicos de plantas de la granja experimental El Cairo, ensayo de actividad
antioxidante y obtención de un producto alimentario de guanábana de monte (Annona
montana)”, los investigadores recolectaron muestras del anón silvestre de
la finca que se encuentra en la UNAL Sede Orinoquia y obtuvieron los extractos
con una técnica conocida como “extracción de sólido a líquido” usando etanol
con una concentración del 70 %.
“Para saber si teníamos los extractos medimos la actividad
antioxidante, específicamente el radical DPPH (abreviatura común para el
compuesto químico orgánico 2,2-difenil-1-picrylhydrazyl) en cromatografía de
capa delgada (CCD), lo que nos daba una idea de si había presencia de
antioxidantes en cada parte de la planta y si potencialmente lo podíamos usar”,
explica la investigadora.
Como encontraron compuestos antioxidantes en las semillas,
hojas, pulpa y cáscara del anón silvestre siguieron con la elaboración del
producto alimenticio.
A prueba en Arauca
“Para la degustación tuvimos 60 encuestados, quienes
calificaban de 1 a 5 características como olor, color y sabor; frente a la
guanábana tradicional la calificación es más constante, tal vez por la
familiaridad con el producto, mientras que con la guanábana de monte los datos
son dispersos, es decir que la calificación es variable; 62 % de los
encuestados sí compraría el helado, y el 82 % lo usaría en otras
preparaciones” comenta la investigadora.
Otro dato de la prueba es que mientras el 97 % de las
personas reconoció el helado de guanábana tradicional, en el caso del producto
de la investigación encontraron respuestas tan variadas como que era de banano,
de cambur, de guanábana y de piña, entre otras frutas. El 73 % de los
encuestados no conocía los usos de la guanábana de monte y el 47 % no la
distinguía en fotos.
Por último, la investigadora dice que el paso a seguir es
obtener los valores de rendimiento de cada extracto, seguir con el estudio de
actividad antioxidante de cada extracto y someterlos a ensayos de bioactividad.
Además, indica que el potencial de la región en el
aprovechamiento de variedades vegetales es enorme y es necesario darle
reconocimiento a las plantas endémicas y nativas para no desaprovechar sus
propiedades, por desconocimiento.
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