miércoles, 17 de marzo de 2021

Sonido experimental explora notas de activismo artístico

 Las nuevas técnicas musicales, en las que se encuentran el sonido y la tecnología, son usadas por mujeres músicas para explorar desde allí una visión de activismo sonoro que expanda la idea de lo que significa ser buen artista sin distinción de género y transgrediendo lo tradicional.

Ana Mora, licenciada en Música de la Universidad de las Américas de Puebla (México), una de las invitadas a la charla “Exploración y activismo femenino en el sonido experimental”, de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), destaca que salir de los lenguajes establecidos es un reto especial para las mujeres en la música.

“En algún momento tuve interés por componer, pero no vi a nadie que lo hiciera, no había representatividad, los instrumentos mismos están atravesados por el género, y se necesitan espacios que no han existido aunque las mujeres están presentes”, indica la profesora Mora.

En ese sentido, agrega que, por ejemplo, el movimiento de ruido o noise de música experimental da una libertad que suele ser limitada en ambientes académicos y no apunta a lo colaborativo.

“En los últimos años ha habido un aumento en lo colectivo, en la construcción de espacios, más allá de los eventos, conciertos y compilados; por ejemplo la plataforma feminista colombiana En tiempo real y otras de la región como Todo poderosaHíbridas y pioneras, y Chingona sound”, indica.

Por su parte la compositora Ana María Romano, artista sonora y docente, señala que en las lógicas que se establecen en la formación artística y musical de lo que es bueno y lo que no, lo que es ser artista y lo que no, aparecen límites y domesticaciones.

“Debemos cumplir esas expectativas y lo primero es preguntarse por qué nos interesa tanto ser buenos, entrar en ese mundo parcelado, hasta cuándo nos preocuparán tanto las disciplinas que se rompen en la vida práctica. Mi interés hoy radica más en si se puede establecer una comunicación con otras personas desde el paisaje sonoro, el cuerpo, el ruido, el ciberespacio y la colaboración”, expresa la profesora Romano.

Agrega que “existe una obsesión por brillar, una genialidad’ heredada desde el siglo XIX, en la música encarnada en la figura de hombres blancos heterosexuales, en la que a las mujeres se les enseña a aspirar a eso, no a buscarse dentro y preguntarse qué quieren, si hay compatibilidad con esas lógicas y eso termina lesionando las voces propias, de ahí que se usen otras técnicas como medio de activismo”.

“Las nuevas iniciativas tienen en común que desaparece el pensamiento jerárquico y vertical, son colaborativas, Internet ha sido una gran aliada, hay iniciativas de construcción de conocimiento colectivo, procesos de laboratorio que le dan prelación al proceso por encima del resultado, eso da un espacio para compartir y debatir, de lo contrario sería una secta, no una comunidad”, recalca la profesora Romano.

El ruido como estrategia

Para la música Laura Zapata, maestra en Música con énfasis en Composición, las sociedades han sido atravesadas por colonizaciones, antes violentas y ahora por el capitalismo, y el lenguaje juega un papel clave en la construcción social.

“Cuando se rompen los dispositivos de ordenamiento se resignifican las palabras y se encuentran otras formas de transmitir los mensajes, como el arte, la música, la espiritualidad y la experimentación con lo sonoro, se construyen lugares para enunciar y denunciar esas violencias históricas contra las negritudes, los indígenas, las mujeres, lo LGBTIQ+, las diferencias socioeconómicas y otras colectividades”.

“Hay una idea de transgredir lo que nos sugirieron durante años sobre lo que es el arte experimental, contemporáneo y las piezas transgresoras abren preguntas como qué significa el ruido, palabra que viene del latín rugitus, o rugir, que significa una perturbación”.

“Hay que interrumpir ideas, conceptos sobre lo bello que se puede encontrar en lugares insólitos, como por ejemplo las composiciones del artista italiano Luigi Russolo, quien usó el ruido de las máquinas y la industria para crear, pero advierte que hay que descolonizarse de la ciudad hiperproductiva que sigue siendo opresora y repensar la academia musical para abrirle la puerta a otras formas válidas de ser artista” explica la artista Zapata.






miércoles, 10 de marzo de 2021

Centro de Desarrollo Tecnológico de la UNAL, avalado por MinCiencias

 El Centro de Desarrollo e Innovación (CD+I) de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín, aglutina a 58 grupos de investigación reconocidos y a 54 semilleros.

El CD+I fue reconocido por el Ministerio de Ciencias (MinCiencias) como el primer Centro de Desarrollo Tecnológico (CDT) de la UNAL Sede Medellín, informó Verónica Botero Fernández, decana de la Facultad de Minas, quien explicó que este reconocimiento abre las puertas para que los investigadores puedan crear nuevos proyectos con el Ministerio y acceder a mayor financiación.

Los CDT son organizaciones dedicadas al desarrollo de proyectos de investigación aplicada y transferencia de conocimiento a la comunidad y el sector empresarial. En Antioquia solo hay cinco de estos, en su mayoría de carácter privado, reportó MinCiencias.

El CD+I de la Facultad de Minas está integrado por 58 grupos dedicados a la investigación en temas relacionados con hidrocarburos, energía, gestión del territorio, minería, infraestructura, industria y ciudades inteligentes.

A la fecha ha recibido financiación por más de 150.000 millones de pesos por parte de 127 instituciones: 53 empresas, 22 entes académicos, 22 entidades gubernamentales regionales como alcaldías y gobernaciones, 4 corporaciones y 3 ONG, entre otros.

Solo en los últimos tres años esos grupos han logrado tramitar 13 patentes, registrar 7 derechos de autor en software y proteger más de 20 proyectos mediante propiedad intelectual.

Entre las patentes obtenidas se incluyen: una máquina de hielo que utiliza energía no convencional para refrigerar alimentos, financiada por el Instituto de Planificación de Soluciones Energéticas para Zonas No Interconectadas (IPSE); un sistema para detectar y diagnosticar fallas en máquinas eléctricas en operación, co-creado con EPM, una muleta plegable, un sistema de hormigón autocompactable de alta resistencia y un proceso para obtener bioaceite a partir de biomasa.

Entre los convenios se destacan: la investigación sobre metales para separar agua e hidrocarburos en eventuales derrames de petróleo, pruebas de resistencia a abrasión de pinturas y ensayos eléctricos con firmas como Isagén y Cerrejón.

José Ignacio Maya Guerra, director del CD+I, explicó que el centro no es un laboratorio sino un lugar que agrupa las capacidades de todos los grupos de investigación adscritos a la Facultad de Minas.

Señaló además que “sumamos esfuerzos para ayudarles a las empresas e instituciones que no tienen capacidad para hacer desarrollos o pruebas o que requieren conocimientos más avanzados, gracias a que el 60 % de los investigadores que forman parte del Centro tienen título de doctorado”.

“Con el visto bueno que recibimos de MinCiencias se da un voto de confianza y una señal para que las industrias y las instituciones sepan que se cuenta con respaldo y organización en la gestión del conocimiento; tras el reconocimiento, más empresas podrán invertir en innovación y ciencia, mediante alianzas y así acceder a los incentivos que el Gobierno les otorga”, agregó el director.

Santiago Arango Aramburo, exdirector del CD+I y docente de la Facultad de Minas, indicó que el trabajo para obtener el aval tomó un año e incluyó la recopilación de las investigaciones y los certificados de los resultados (patentes, licencias, etc.). Dicho aval tiene una vigencia de tres años, pero ya existe un plan de trabajo que busca extenderlo por más tiempo.

“Después de cumplir esa meta se revisará la organización de marcas, es decir las grandes líneas de investigación del CD+I, para integrar nuevas áreas del conocimiento, especialmente biotecnologías y áreas afines a la salud, como el Laboratorio Genómico OneHealth, que ha liderado la investigación sobre temas asociados con COVID-19 en Antioquia y el país”, precisó el director Maya.


martes, 2 de marzo de 2021

Universidades latinas indagan sobre efectos de la pandemia

 Conocer cuáles son las condiciones en las que se encuentran estudiantes, profesores y directivos de las universidades, además de ahondar en la situación actual de violencia e igualdad de género, son la prioridad de una encuestada adelantada por la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL).

Con este mecanismo, en el que se espera la participación de más de 230 universidades de 24 países, se busca elaborar un diagnóstico de la situación actual de las instituciones de educación superior de América Latina y el Caribe, en especial de aquellas de la UDUAL, organización que preside la profesora Dolly Montoya Castaño, rectora de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL).

La encuesta, que se aplicará entre marzo y abril de este año, para consolidarla a finales de abril, se enfocará en temas como la salud, el acceso a tecnologías y conectividad, los procesos de enseñanza y la igualdad y violencia de género durante la pandemia por COVID-19.

A partir de dicho diagnóstico se obtendrán datos que permitan reflexionar sobre el impacto de la pandemia en las instituciones, se rescatarán aprendizajes de este, y se harán propuestas que ayuden a buscar soluciones comunes frente a los nuevos retos en las universidades de América Latina y el Caribe.

Desde la Dirección de Relaciones Exteriores (DRE) de la UNAL, aclaran que no será una encuesta cerrada para las instituciones que forman parte de la UDUAL, pues el objetivo es que sea lo más global posible.

Por tal razón, se encontrará disponible en español, francés, inglés y portugués, y se podrá responder desde cualquier dispositivo electrónico con acceso a internet.

Línea de tiempo

Para este fin, primero se utilizará una metodología cuantitativa de encuesta en línea a estudiantes y profesores de las universidades pertenecientes a la UDUAL, sobre la situación social. Además se aplicará otra encuesta en línea sobre violencia e igualdad de género a los estudiantes de dichas universidades.

Las encuestas se divulgarán a través de los medios de comunicación y las redes sociales de las universidades, utilizando anuncios publicitarios, páginas web, pósteres y correos. Después se recopilará la información vía web a través de servidores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y por último se hará análisis y se obtendrán datos estadísticos y cartografía temática, además de informes finales.

Para el factor cualitativo se realizarán 18 grupos de enfoque integrados por estudiantes, profesores y directivos, en los cuales se busca recoger experiencias, testimonios, propuestas y  posibles cambios a las formas en las que las universidades latinoamericanas y del Caribe abordan la enseñanza y el uso de sus recursos durante la pandemia.

Los grupos están divididos en seis regiones: México, Caribe, Brasil, Centroamérica, Andina y Cono Sur, y en cada una participarán tres universidades.

Cuando se finalicen los grupos de enfoque se aplicará la técnica Delphi (método sistemático e interactivo de predicción que se basa en un grupo de expertos) con el propósito de construir consensos y recopilar propuestas concretas y sustentadas en cada uno de los grupos.

En este punto se hará una convocatoria de los participantes de los grupos de enfoque, luego se realizarán dichos grupos vía web, y al final se hará grabación, transcripción y análisis de la información.

Incertidumbre en las universidades

Aunque hasta ahora se han evidenciado problemas de fondo que no estaban en la agenda de las universidades –como el acceso de los estudiantes a la información, a una red estable de internet o a equipos idóneos para realizar sus estudios de manera remota–, aún sigue faltando información. No se conoce cuál es la situación de las universidades de América Latina y el Caribe frente a la pandemia.

Tampoco se conocen las medidas implantadas por las universidades frente a la COVID-19, por lo que no es posible hacer comparaciones que permitan compartir mejores prácticas y experiencias en la región.

Por último, durante el confinamiento se ha incrementado la violencia de género en las sociedades, por lo que también es un tema de gran relevancia para las instituciones, con el fin de crear mecanismos para prevenirla y erradicarla.

Por todo lo anterior, la encuesta que hoy presenta la UDUAL, y de la cual forma parte la UNAL, tiene una importancia de gran alcance, pues diagnósticos como estos permitirán tomar mejores decisiones y buscar soluciones comunes a problemáticas que enfrentan no solo las universidades sino también las sociedades de América Latina y el Caribe.