El diseño y la creación de un nodo que permite la unión de textiles y membranas entre ellas y con otros elementos estructurales, como cuerdas, tubos y madera, recibió patente de invención de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC).
Este producto garantiza la impermeabilidad, evita el
rasgado, prolonga la vida útil de las membranas y textiles y permite un
aprovechamiento versátil de estos materiales.
Así lo afirma el arquitecto Leandro Hoyos Urrea,
especialista en Diseño y Desarrollo de Producto y docente de la Universidad
Nacional de Colombia (UNAL), a quien, junto con su equipo de trabajo
–conformado por Iván Oliva, Mariana Buraglia Osorio y Diego Silva Gómez–, le
fue otorgada la patente de invención “Sistema de unión de estructuras de dos
piezas macho y hembra triangulares con bordes redondeados, que se encajan entre
sí y su proceso de ensamble”.
El docente asegura que la invención de este nodo también
representa un ahorro en estructuras como invernaderos, carpas y protectores,
que se deben cambiar cuando se rasgan. Con este sistema, además de extender su
vida útil, se requerirá mucho menos plástico.
“Cuando hacemos texturas textiles, obligatoriamente los
materiales se deben coser o pegar, por lo que estas uniones multipropósito son
una oportunidad para conectar sin problema algunas telas exigentes, como por
ejemplo las membranas de invernadero, pues permite reforzarlas para que
resistan más y se evita gastar más en tela”, detalló el profesor Hoyos.
Las primeras pruebas se hicieron en Parques Naturales, donde
estas estructuras estuvieron cuatro meses resistiendo todo tipo de condiciones,
recordó.
Los nodos son compatibles con telas tan específicas como las
resistentes a rayos, a las que harían más livianas; generalmente estas se usan
en antenas y equipos de telecomunicaciones expuestos a los diferentes climas y
cambios de ambiente.
Los nodos son de plástico, y para su amarre o ajuste traen
consigo amarraderas plásticas en la misma estructura, además de remaches,
puntillas y tornillos.
El proceso de la patente empezó en 2015, a partir de un diseño preliminar norteamericano que trataron de importar, pero como a los dueños no les interesó, decidieron rediseñarlo y gestionar la patente de invención.
Este sistema forma parte de un proyecto principal de Colciencias que consiste en el diseño y la fabricación de un sanitario ecoamigable denominado SECCO, el cual puede reducir a cero los casi 22.000 litros de agua que una sola persona contamina al año cuando usa el sanitario tradicional.
Antes de llegar al producto final se hicieron 6 modelos
preliminares en impresión 3D. A todos los elementos se les hicieron pruebas
estáticas y dinámicas de carga estandarizadas.
Las pruebas estáticas consisten en fijar los nudos y
ponerles cargas que se mueven solo por gravedad; en este caso han resistido
hasta 100 kg antes de que los puntos más débiles se rompan.
Las pruebas dinámicas consisten en poner cargas que ejercen
fuerza al mismo tiempo, y se pueden disponer para que se muevan y así generar
distintos esfuerzos.
Los textiles que se han probado han sido especialmente de
poliéster y polietileno de calibre 24, que equivalen a alrededor de membranas
de 0,6 mm.
Por el momento, se hizo un tiraje inicial de 2.000 unidades
de nodos, pero con la certificación de la patente se comenzará una nueva
dinámica para conseguir un mayor número de réplicas.
Según el profesor Hoyos, como los nodos son de plástico y pequeños, son altamente replicables y muy sencillos de fabricar; ya se han hecho en países como México, Chile y Panamá, entre otros.